Esta semana he tenido la suerte de experimentar la terapia
sacro craneal, una técnica osteopática que consiste en liberar las fascias y
tejidos que envuelven los huesos del cráneo.
Podríamos decir que esos tejidos pocos elásticos, que recubren
todas las estructuras corporales, terminan apretando más de la cuenta lo que
contienen. Por poner un ejemplo fácil y visual, es como ponerse una prenda de
vestir dos tallas más pequeña, al final impide el movimiento, provoca marcas,
rozaduras y nos hace sentir incómodos.
Esa falta de elasticidad puede causar que haya dolor, menos
espacio para el funcionamiento de los órganos, peor capacidad respiratoria,
problemas digestivos, inflamación, estrés, mala circulación, tensión y
sensación general de incomodidad.
La solución es sencilla, relajante y proporciona una
sensación de paz y bienestar muy agradable para el paciente.
La liberación y puesta a punto de esas fascias retraídas
pasa por un suave masaje en el cráneo, siguiendo la respiración propia de esta
parte de nuestra anatomía. (Sí, el cráneo tiene un movimiento respiratorio
propio que oscila entre ocho-doce veces al minuto, y que las manos expertas del
terapeuta localizan y utilizan para movilizar con mucha sutileza los distintos
huesos, consiguiendo que ese vestido que nos apretaba vaya cediendo hasta
ajustarse a nuestro cuerpo sin presión).
Es un masaje sencillo, delicado y respeta la naturaleza y el
ritmo de cada paciente, logrando una gran conexión entre terapeuta y cliente, y
consiguiendo un alto grado de equilibrio y calma.
Lo bueno de la terapia sacro-craneal es que está indicada
para múltiples dolencias, y se puede aplicar a cualquier edad, incluso a bebés,
siendo sus resultados muy sorprendentes.
Está indicado para tratar dolor muscular y articular,
estrés, problemas digestivos, migrañas y jaquecas, alergias, retención de
líquidos, trastornos de aprendizaje como dislexia, hiperactividad....y mucho más
de lo que te puedas imaginar.
El Líquido Cefalorraquídeo baña todo el sistema nervioso desde
el cráneo hasta el sacro-coxis. La única forma de localizarlo es a través de la
palpación manual. Y es importantísimo porque de él parten todos los sentidos,
las emociones y también las funciones motoras de todo el organismo.
Bien aplicada, la técnica sacro-craneal te ayuda a detectar
cualquier desequilibrio físico o mental, estabiliza el sistema nervioso y
proporciona una sensación muy saludable.
Es una terapia tan reconfortante, relajante y terapéutica,
que se la puede uno regalar aunque no tenga ningún problema concreto, porque no
tiene efectos secundarios y siempre se consigue una sensación de bienestar muy
notable. Yo me dejé acariciar por las manos de Islena, una de las terapeutas de Akro Madrid y salí con sensación de flotabilidad.
Así que, lo recomiendo. Es un buen regalo de Navidad...
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